Nuestra constitución española se asienta sobre el principio de igualdad: a ojos de la ley todos los ciudadanos somos iguales, sin importar dónde vives, qué lengua hablas o qué banderas llevas en tu corazón. Y todos los ciudadanos tenemos el derecho de vivir en paz y en libertad en nuestro país.
Esta conquista, la de un país en libertad, se logró con el esfuerzo de muchas generaciones y son nuestros servidores públicos, nuestra policía, nuestros militares, nuestra guardia civil, los que consagran su vida a velar para que su cumpla y se proteja en todos los rincones de España.
No siempre es fácil, la libertad está en riesgo en algunos puntos de nuestro país, donde se intenta amedrentar y violentar la unión y la igualdad. Como Alsasua, donde 25 independentistas agredieron con lo que ellos denominaron “un pasillo de la muerte” a dos guardias civiles y sus parejas, por el simple hecho de serlo.
Es por esta dedicación incansable, por la valentía que demuestran en el día a día, por lo que la Guardia Civil y la Policía Nacional son dos de las instituciones mejor valoradas por los españoles. Y es de justicia reconocer a ambos un salario digno, acorde a su dedicación y la importancia de su labor. Un país que se precie se mide en el respeto a los que protegen su patrimonio más importante: su gente y su constitución.
Por esa razón España Ciudadana incluyó la equiparación salarial para las Fuerzas y Cuerpos de seguridad y coordinación nacional en su decálogo de propuestas “por un país de ciudadanos libres e iguales” presentado en Sevilla y que puedes consultar aquí.